lunes, 16 de enero de 2017

TARTESSOS

Tartessos fue un reino que surgió 3500 o 4000 años en el suroeste de nuestra España.
Descendían de las últimas poblaciones del Neolítico y de la Edad del Bronce, y su actividad comercial fue de una grandiosidad y ejemplaridad que acabó por dejar una marcada huella en la mismísima Biblia, siendo un pueblo enormemente admirado por Grecia, Egipto o Babilonia.

Tartessos fue un Estado precoz y vanguardista para su tiempo que estaba conformado por una estructura monárquica absolutista, con una sociedad perfectamente organizada y eficaz donde las principales clases sociales las conformaban la aristocracia, el clero, los comerciantes (dentro de los cuales se encontraban los marineros, artesanos y campesinos),y los esclavos. Sus gentes tenían una cultura general muy superior a la de cualquier otro pueblo de la época y ya en el año 2344 antes de Cristo desarrollaron el primer alfabeto conocido de la historia, compuesto por un total de 15 letras que conjugaban de manera perfecta. Además, llegaron a crear una gran potencia comercial, probablemente la más poderosa de su tiempo, estructurada a lo largo de sus cursos fluviales y que estableció rutas comerciales con países africanos, asiáticos y de la Europa oriental. Y tal fue la pujanza de dicho imperio comercial, que los tartessos no se conformaron con aprovechar las rutas comerciales conocidas hasta el momento, sino que se convirtieron en el primer pueblo en desarrollar un comercio estable con el África negra y en comerciar con los lejanos mercados de Inglaterra, Bretaña o Irlanda a través de las rutas que establecieron en la actual Galicia.




De entre sus Reyes mitológicos destaca el Rey Habis, que tras crecer siendo amamantado por una cierva, fue quien descubrió la agricultura y dividió a la sociedad en las siete clases conocidas por entonces, prohibiendo el trabajo a la aristocracia y estableciendo las leyes básicas de su pueblo. Y entre sus Reyes de los que tenemos constancia histórica, destaca el Rey Argantonio (“Hombre de Plata”), quien fue el último de sus Reyes y representó el momento de máximo apogeo de los tartessos. Tras su reinado, tan extenso que algunos estiman duró 120 años, los tartessos fueron conquistados, finalizando para siempre la historia del primer gran pueblo de la antigüedad.




En la actualidad se considera que Tartessos fue una feliz coincidencia entre una cultura local (un desarrollo del Argar, en el Bronce, hacia la zona suroeste de Andalucía), lo suficientemente adelantada y organizada para que pudiera influir en ella las colonias fenicias  del círculo del estrecho (con Gadir como principal capital) que se instalaron hacia el siglo VIII a C.
Sobre esta hipótesis la mayoría de los arqueólogos sitúan Tartessos en el Bajo Guadalquivir, aunque con una potente fuerza de influencia que llegaría hasta Extremadura (como demostraría el palacio de Cancho Roano) o Linares, en el Norte de Andalucía.

Esta zona que ocupa hoy Doñana sería, en el I Milenio, un gran lago cerrado (Ligur o Aoron) en torno al cual se desarrollaría la zona más rica de esta civilización.
Ante su capital nunca encontrada, los especialistas se dividen en dos posibilidades.
Unos apuestan por una localización hacia el este (que podría corresponder con la actual Sevilla o con Jerez de la Frontera-Puerto de Santa María). Esta zona sería especialmente rica en pastos, por lo que la agricultura, y especialmente la ganadería sería la  principal actividad de Tartessos.

Otros, sin embargo, prefieren una localización al oeste del lago, cercana a la actual Huelva.
Los que así piensan hablan de la importancia que tuvieron las minas de de cobre y estaño de Río Tinto, posible objetivo del comercio fenicio.

Tartessos desapareció abruptamente de la historia: a partir de la batalla de Alalia (535 a. C.) quince años después de la muerte de Argantonio, en la que etruscos y cartagineses se aliaron contra los griegos, no hay más referencias escritas.
Una de las posibilidades es que fuera barrida por Cartago tras su victoria sobre los griegos para hacerle pagar así su alianza con estos. O por Gadir, metrópolis fenicia que podía ambicionar el control del comercio de los metales. O quizás por los pueblos de la meseta, Cartago se convirtió así en dueña indiscutible del Mediterráneo Occidental. Cortada la ruta hacia Iberia, los focenses cesan el comercio con Tartessos, que queda lentamente relegada al olvido.
La derrota griega dejó a los tartessos sin sus aliados y expuestos al ataque púnico. Poco después, alrededor del 500 a.C., los tartessos habrían sufrido el ataque de los cartagineses. La capital tartésica fue sitiada por los cartagineses, y, según cuentan algunas fuentes, después de tomar la fortaleza que la defendía por la parte del mar, la muralla fue derribada. Todo el imperio de Tartessos debió hundirse tras la caída de su capital y la misma suerte le cupo a Mainake (Málaga), la ciudad griega fundada bajo la protección de Tartessos. Así Cartago se adueña del Mediterráneo Occidental y la mayor parte de la costa mediterránea ibérica queda bajo su influencia.



Bibliografía:

https://es.wikipedia.org/wiki/Tartessos
http://laorejadejenkins.es/historia/tartessos-la-historia-del-primer-pais-organizado-del-mundo-nacido-en-espana
http://sdelbiombo.blogia.com/2008/102402--quienes-fueron-los-tartessos-.php
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-03-08/el-gran-enigma-de-tartessos-el-dorado-del-pueblo-fenicio_98699/

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