jueves, 25 de mayo de 2017

ALONSO CANO

Alonso Cano; pintor, escultor, arquitecto, diseñador…un hombre en la línea de los grandes humanistas del pasado Renacimiento, interesado en muy diversas áreas del saber y enamorado en su madurez de una idealización y un clasicismo extraños en tiempos del Barroco tenebrista. 



lonso Cano nace en 1601 en Granada, de padre retablista que decidirá la mudanza de la familia a Sevilla cuando el hijo cuente alrededor de doce años. Será en esta ciudad donde este versátil artista, pintor y autor de diseños para arquitectura, realice su formación como escultor, aprendiendo al lado de Martínez Montañés, y como pintor, durante un breve periodo, de la mano de Pacheco, cuya condición de maestro de Velázquez convertirá a ambos muchachos en condiscípulos.
De esta inicial etapa andaluza data su primera obra fechada, un cuadro que representa a San Francisco de Borja (1624), además de una temprana e importante colaboracion en la Iglesia de Santa María de Lebrija (1629), diseñando y esculpiendo las piezas para el retablo de su altar mayor.
Alonso va a residir en Sevilla hasta el año de 1638 en que se traslade a Madrid, donde realizará un descubrimiento que resultará clave en su producción posterior: las grandes colecciones de grabados y dibujos del rey.
Su fama en la Corte será tal que, además de trabajar como pintor de cámara del Conde-Duque de Olivares, recibirá el encargo, junto a Velázquez, de seleccionar nuevas obras para el incendiado Palacio del Retiro y restaurar algunas de las dañadas. 




Lo cierto es que su vida fue bastante inquieta (aunque en su serena obra no se aprecie dicha circunstancia), llegando incluso a verse obligado a abandonar la Corte acusado de haber intervenido en el asesinato de su segunda esposa.

Lo cierto es que fue la pintura la técnica que más consiguió atraer la atención de Alonso Cano durante su vida, siendo igualmente con la que mayor cantidad de obras produjo, en detrimento de una prolificidad escultórica o arquitectónica.
Pero, aunque su labor como escultor fue muy escasa, resulta muy representativa de la segunda mitad del s.XVII. Alonso Cano buscaba en las obras que realizaba, por encima de cualquier otra consideración, la belleza, algo que se puede apreciar en sus imágenes esbeltas, las cuales adoptan formas de huso y poseen rostros ovales, ropajes que se pliegan y la capacidad de transmitir una gran tranquilidad.

En muchas ocasiones se hace referencia a la escultura como la principal ocupación de Cano y donde ha dejado una huella más perdurable. Es frecuente que en muchos manuales de historia del arte, se le mencione casi exclusivamente como imaginero. Sin embargo, como bien argumentó Gómez-Moreno, esta afirmación es errónea. En la obra de Cano, la escultura ocupa un lugar secundario respecto a la pintura, el mismo se consideraba antetodo pintor; ninguna de sus obras es una imagen de tipo procesional y la mayoría son de pequeño tamaño. Su importancia radica más en la delicada belleza de algunas de estas joyas, que apuntan ya hacia el arte rococó y en la perfección y concentrada belleza de las mismas.



En su etapa sevillana nos deja, como escultor-retablista, sus obras más importantes que se encuentran en el retablo de Santa María de la Oliva en la iglesia de Lebrija, de 1628, que supone, en fecha tan temprana de su producción, su aportación más grandiosa como retablista con las figuras colosales de San Pedro y San Pablo. En Sevilla realizó Cano otra de sus obras más importantes, la Inmaculada que se venera en la iglesia parroquial de San Julián, escultura en madera policromada de 1,41 m de altura.




En su arte, Cano, consiguió alcanzar un difícil equilibrio entre un ideal manifesto en su canon estético de belleza, y un realismo hijo del Barroco. Una de las piezas más representativas de dichas características es su famosísima escultura, que sentó las bases para una nueva tipología, de la Inmaculada Concepción (1654) encargada por el cabildo de la Catedral de Granada para ubicarla en lo alto de un facistol.
Responde al modelo defendido por Pacheco y anticipa el Rococó. No es su única obra de importancia sin embargo, la mayoría de ellas en muy estrecha relación con su labor como retablista, siendo sus dos etapas andaluzas, sevillana y granadina, las que mayores frutos dieron en este terreno.



Será también en esta última donde lleve a cabo su labor más importante como arquitecto, diseñando la fachada (aprobada por el cabildo poco antes de su muerte), aunque no fue su único trabajo: una hoy día desparecida Iglesia del Convento del Ángel fue producto de su esfuerzo, al igual que se cree partes del Hospital Real de Granada.


WEBGRAFÍA:
 
https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/cano-alonso/c6813c54-36c0-4fab-bdf7-d4a3e4ea9dcc
https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_Cano
http://www.arteespana.com/alonsocano.htm 

martes, 23 de mayo de 2017

LEONARDO DE FIGUEROA

Leonardo de Figueroa (Utiel 1654 - Sevilla 1730), era hijo y nieto de arquitectos, de ahí que no resulte raro ver que desde joven su inclinación natural era la construcción; asimismo sus dos hijos y uno de sus nietos se dedica a la arquitectura.  Se establece en Sevilla hacía 1670 y en esa ciudad desarrolla su principal actividad, realizando una arquitectura típicamente sevillana, en la que se conjugan las influencias de la arquitectura italiana, especialmente de Serlio, con los elementos constructivos y decorativos propios de la arquitectura de la ciudad.



La primera parte de su vida, segunda mitad del S XVII, influye grandemente en su obra, la cual refleja la transición hacía el barroco arquitectónico que emerge ante la simplicidad esquemática generalizada por la generación de arquitectos que le precedió.

Dotado de un espíritu innovador, en sus obras se advierte una especial imaginación para diseñar estructuras arquitectónicas, sobre todo en los elementos decorativos.
Entre las características más definidas de su estilo está el empleo del ladrillo avitolado en los paramentos, o sea, la aplicación de un aparejo que casi elimina las juntas verticales, mientras que intensifica la aparición de una línea rehundida en las horizontales, marcando así la separación de las hiladas, utiliza el ladrillo como material de construcción y además lo usa como elemento decorativo, retomando la costumbre arquitectónica de romanos y de árabes. sus edificios se coronan con majestuosas cúpulas, con o sin tambor, y con torres sumamente delicadas. Los huecos, ventanas y puertas, presentan una profusa decoración que contrasta con la desnudez de los muros.

También destaca por utilizar la cerámica policromada en los exteriores de cúpulas, espadañas, torres, logrando fijar los ojos del espectador en esos lugares por los contrastes resultantes.

Alrededor de 1570-75 se establece en Sevilla, comienza a trabajar como maestro albañil. Es en Sevilla donde se casa dos veces y desarrolla su extensa e importante obra arquitectónica, siendo su primer trabajo de altura el Hospital de los Venerables Sacerdotes. Aquí, bajo planos de Juan Domínguez trabaja hasta que se hace responsable de toda la obra en el año 1567, a él le debemos la fachada del edificio.

Más adelante, 1682,  realiza trabajos en el Hospital de la Santa Caridad debiéndose a el los dos patios gemelos, realizados a imitación del modelo que servía de base en otros hospitales realizados en esos años,  y la espadaña de la Iglesia. 

A continuación se encarga de remodelar la estructura gótica, muy deteriorada, del claustro y la Iglesia del convento dominico de San Pablo el Real, a día de hoy solo queda la Iglesia, convertida en la Parroquia de la Magdalena, mientras que el claustro fue derribado y en su lugar se erige el Hotel Colón. De esta edificación destaca la cúpula octogonal, así como la rica decoración; impresionante la mezcla de ladrillo, azulejos y yeserías que combina en la Iglesia.

En esta remodelación, y partiendo de las tres naves existentes, levanta la central, cambia los arcos apuntalados por otros de medio punto y transforma las bóvedas en bóvedas de cañón con lunetos. Diseña la imponente cúpula que descansa sobre un tambor octogonal y la espadaña, muy del gusto del barroco.

A continuación acomete durante varios años, aprox de 1696 hasta 1611, obras en la Iglesia del Divino Salvador, realizando bóvedas, cúpula, y torre de la misma. Diseña la decoración interior tallada en piedra y realiza la fantástica fachada sustituyendo el típico frontón por una espadaña flanqueada por pináculos.

En 1722 culmina las obras del Palacio de San Telmo, antigua escuela de mareantes. Crea la fachada principal con su portada, el patio, la capilla y la enfermería. La fachada principal de dos cuerpos está articulado mediante pilastras con una portada labrada en piedra

Finalizar su periplo artístico con la que es, posiblemente, su mejor obra, la Iglesia de San Luis de los Franceses, realizada en 1699 y 1731 a instancias de la Compañía de Jesús, se atreve a sustituir la cruz latina por una planta central con ábsides semicirculares, imitando la Iglesia de Santa Inés en Roma. La ejecución de la obra en una planta central, así como el diseño de la fachada, arquitectónicamente poco sevillanas, hace pensar que los planos provenían de la casa madre de la compañía en italia.

Otra interesante obra de Figueroa es la capilla sacramental de la iglesia de Santa Catalina, de 1721, la obra tiene planta rectangular con dos tramos y cubierta con linterna octogonal.



BIBLIOGRAFÍA


http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=figueroa-leonardo-de
http://unpocodesevilla.blogspot.com.es/2014/11/leonardo-figueroa-su-vida-y-su-obra.html

jueves, 18 de mayo de 2017

BARROCO

el origen del barroco lo encontramos en Italia centrándose sobre todo en Roma y surgiendo poco a poco estilos paralelos en otros países católicos se va a desarrollar entre los siglos XVII y XVIII y será una expresión propagandista del absolutismo monárquico y de la contrarreforma. Se usa el arte barroco como mainfestación de grandeza y entre sus características principales vemos:

-Integración total de las artes plásticas
-Arquitectura monumental como marco de una excesiva y teatral decoración pictorica y escultórica.
-Es un estilo de la grandilocuencia y exageración


El barroco en los primeros momentos conserva un sentido clasicista en Andalucía va a tomar formas propias en esta región conforme avanza el siglo XVII. En Granada  Alonso Cano que cultivó las tres artes fue quien creó primero una escuela importante, la granadina, cuya influencia se extiende por las regiones próximas siendo ello decisivo en el desarrollo del barroco arquitectónico andaluz.

La segunda etapa comienza en Sevilla con las obras de Leonardo de Figueroa cuya personalidad artistica culmina con la creacion del palacio y colegio de San Telmo.
Antonio Matías de Figueroa realiza la iglesia de la palma del condado tambien en Sevilla. Con ellos los edificios sevillanos se revisten de Yeso o piedra blanca y ladrillo brillante. Estos artistas influyen de un modo decisivo en la arquitectura de la baja Andalucía.

En 1729 Vicente Acero inicia en Cádiz la última gran catedral española. En Córdoba y Granada, Hurtado Izquierdo y sus disicpulos realizaran importantes construcciones entre las que destacan el Sagrario de la Cartuja y la Sacristía.

El maestro que abre la etapa cumbre de la escultura sevillana es Martínez Montañés cuyo arte clasicista y reposado influye en discipulos como Juan de Mesa.

Sin embargo  con quien se llega al paroxismo del movimiento y de lo gesticulante es con Pedro Roldán.

En Granada Alonso Cano será el iniciador de una escuela escultórica en la que destacarán Pedro de Mena y José de Mora.

A comienzos del siglo XVII en Sevilla dominaba aún una pintura tradicional con influencias flamencas. Su mejor representante será Francisco Pacheco, autor de un tratado titulado "el arte de la pintura".

Al clérigo Juan de Roelas se atribuye haber introducido el colorismo a lo veneciano en Sevilla y se le considera el verdadero padre del Barroco en la baja Andalucía, un ejemplo es: "El martillo de San Andrés".

Esta primera generación de pintores se cierra con Francisco Herrera "El viejo" maestro de su hijo, Herrera "El mozo".

En este ambiente sevillano, ciudad en pleno auge económico por el comercio con América Zurbarán, Alonso Cano y Velázquez.

Francisco de Zurbarán, es el máximo exponente de la pintura religiosa siendo conocido como "el pintor de frailes". No obstante son famosos también sus bodegones. Su estilo es sobre todo tenebrista, de composición sencilla y velando siempre por lograr una representación real de los objetos y de las personas. Entre sus obras destacan  "San Hugo en el reflectorio de los cartujos"

Por otro lado su coetáeno Alonso Cano es considerado fundador de la escuela barroca granadina inicialmente tenebrista, cambió el estilo al conocer la pintura veneciana en las colecciones reales cuando fue nombrado pointor de cámara por el conde duque de Olivares.

Entre sus obras maestras se encuentran los lienzos sobre "la vida de la virgen" en la catedral de Granada. Diego Velázquez fue uno de los grandes genios de la pintura universal, nacido en Sevilla en 1599 muerto en Madrid en 1660, se le considera pleno dominador de la luz y la oscuridad, es el máximo retratista dedicando sus esfuerzos no solo a los reyes y su familia si no tambien a figuras menores como los bufones de la corte, a quienes reviste de gran dignidad y seriedad

En su primera etapa pintó escenas de género llamadas bodegones a los que poco a poco irá sumando personajes y objetos como jarras, cubiertos.. son de gran realismo en un ambiente tenebrista y con una paleta de colores muy reducidas. Ejemplos son el aguador de Sevilla y la vieja friendo huevos.

Velázquez no se centró solo en escenas religiosas o en retratos cortesanos si no que también trató temas históricos (la rendición de Breda) o los mitológicos (El triunfo de Baco, la fragua de Vulcano y las hilanderas. También incluye uno de los escasos desnudos de la pintura española clásica, la venus del espejo.

Velázquez supo tratar con enorme maestría la atmósfera, la luz y el espacio, consiguiendo un efecto de profundidad totalmente realista como en las Meninas.

Una tercera época dentro de la escuela andaluza está representada por Murillo y Valdés Leal. A Esteban Murillo se le recordó sobre todo por su Inmaculada y sus representaciones sentimentales del niño Jesús pero también fue muy popular como pintor de escenas de género con pícaros que viven su pobreza con dignidad (niños comiendo fruta o mirando por la ventana. A su primera época pertenecen también obras religiosas como: El buen pastor, la sagrada familia del pajarito y las del convento de San Francisco de Sevilla.

 Su pintura evoluciona mostrandose cada vez menos tenebrista.

Valdés Leal es conocido sobretodo por las dos obras del hospital de la caridad de Sevilla, grandes composiciones en las que se representa el triunfo de la muerte.

Cable inglés

RENACIMIENTO

Durante el siglo XVI Andalucía se ve impactada de lleno por un acontecimiento de enorme transcendencia: el descubrimiento y posterior colonización de América. Sevilla se convierte en el puerto y la puerta de las indias, la ciudad, a la que designan como sede de la casa de la contratación, pasa a ser una de las mas importantes de España y de Europa.

El influjo americano también llega a Cádiz, Córdoba y de más provincias Andaluzas, acudiendo a nuestra tierra un gran número de inmigrantes así como banqueros y mercaderes genoveses o florentinos. Entre los llegados se instalan en Sevilla numerosos artistas que esperan trabajar para sus clientes americanos y a los que les envian imagenes, libros, cuadros, retablos...

El estilo artístico propio del siglo XVI es el renacimiento proveniente de Italia que aboga por una vuelta a la tradición clásica Grecorromana y en los apsectos ideológicos pone al hombre en el centro del mundo (Antropocentrismo y humanismo) dándole importancia a la fama y al honor. Hay una nueva alegía de vivir y disfrutar de lo terrenal y eso se nota en que la arquitectura, escultura y pintura ya no es exclusivamente religiosa (como ocurrió en la edad media) si no que abunda la arquitectura civil (palacios, ayutamientos, universidades..) esculturas profanas y pintura (retratos, escenas de guerra..)

En lo referente al patrimonio monumental de Andalucía se nota también el influjo de lo islámico mezclandose de nuevo los elementos mudejares con los renacentistas como sucede en los palacios Sevillanos de la casa de pilatos, el palacio de dueñas y la casa de los Pinelo. Otros palacios muy importantes son: El de Carlos V en la Alhambra y los repartidos por Úbeda, Baeza, Córdoba y Granada.

 Ayuntamientos renacentistas de mérito son los de Sevilla, Jérez, Baeza o Martos y audiencias de la época como las de Sevilla o Granada. A destacar también en la arquietctura civil los hospitales como el de las cinco llagas de Sevilla o el hospital real de Granada. La universidad de Osuna y la casa de los jesuitas en Sevilla completan esta relación de edificios civiles renacentistas.

En la arquitectura religiosa destaca el remate de la giralda (Giraldillo), las catedrales de Málaga y Granada, la colegiata de Osuna y la iglesia del monasterio de San Jerónimo de Granada. La sacristía renacentista son la de la catedral de Sevilla y Jaén, la sala Capitular de la de Sevilla así como la capilla real de la virgen de los reyes que alberga los restos mortales de San Fernando.

CATEDRAL DE GRANADA

Durante el renacimiento, el Reino de Granada, al igual que Galicia, conformó un centro artístico independiente del estilo predominante en el resto de la península, el herrerianismo.
Con el reinado de Carlos I de España se llevarán a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada, dada la intención del monarca en convertir a la urbe en el modelo de ciudad del siglo XVI. Así la construcción de la catedral de Granada será coetánea a las de el palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la chancillería.


.Su construcción se proyecta en el año 1505 sobre la antigua Mezquita Mayor de la Granada, por decisión de la reina Isabel La Católica, y se inicia en 1523 cuando el obispo fray Fernando de Rojas coloca en la primera piedra del templo, según las trazas dadas por Enrique Egas, con planta similar a la de Toledo, siendo nombrado Egas poco después Maestro Mayor de las obras de la catedral.

Por entonces y desde 1525 Diego de Siloé dirigía las obras del Monasterio de San Jerónimo de esta misma ciudad, y el Cabildo entonces le encomienda unos diseños para la catedral, acomodados a la distribución de los cimientos y de la obra ya comenzada por Egas. Es posible que el Cabildo quisiera mayor dedicación y asistencia a las obras que la prestada por éste para el templo mayor de la ciudad, aunque puede que la razón final fuera el deseo de cambiar su aspecto medieval y goticista por otro nuevo de corte clásico y renacentista.
Lo cierto es que con los diseños de Siloé se realiza un modelo en madera del templo y, luego de algunas vacilaciones por los posibles daños que pudiera ocasionar a la Capilla Real (Granada) ya existente desde antes y a la cual se adosa la catedral, el emperador Carlos aprueba en 1529 su diseño a lo romano; cosa que parece lógica, pues entraba de lleno en los gustos del monarca, a quien por entonces Pedro Machuca le comenzaba a levantar dentro del propio recinto de La Alhambra su novedoso Palacio de Carlos V dentro de los más estrictos cánones clasicistas.
Catedral. Capilla Mayor.
A la muerte de Siloé, en 1563, y tras haberse habilitado el templo al culto por tener cubiertas las bóvedas y cerrada la cabecera, le sucede Juan de Maeda, su discípulo y aparejador, junto a un brillante grupo de entalladores en las decoraciones del templo, suspendiéndose las obras en 1568 a causa de la guerra con los moriscos. A la muerte de Maeda en 1576 el cabildo nombra sucesor de las obras a su hijo Asensio de Maeda, quien no acepta el cargo por encontrarse trabajando en las de la catedral de Sevilla. El siguiente maestro de obras en Lázaro de Velasco que fallece pronto, en 1580, siendo sucedido por el aparejador Ambrosio de Vico.
Tras años de trabajo, en 1704 se concluye finalmente la construcción de esta gran catedral, según el modelo de Siloé, a quien se debe la extraordinaria imagen espacial y arquitectónica que produce contemplar desde la nave central la rotundidad de su Capilla Mayor, redonda y con arcos encasetonados que la comunican con la girola que la rodea, y cuyos muros decorados con vidrieras de gran belleza y esculturas y pinturas de Alonso Cano, resume la grandeza de este templo.

Este modelo, de cinco naves, doble girola, crucero y dos torres a los pies, fue el resultado de las modificaciones realizadas por Siloé sobre las trazas de Egas; conserva el concepto de iglesia gótica de naves escalonadas y bóvedas de crucería, pero incluye elementos clasicistas como son las medias columnas acanaladas y con capiteles corintios adosadas a los pilares y las altas pilastras creadas para elevar la altura de las naves.
En su interior destaca también su sillería plateresca del Coro y la Sala Capitular, actualmente lugar de exposición del tesoro de esta catedral, que también expone piezas en la Sacristía.
Exteriormente es espléndido el primer cuerpo de la Portada del Perdón, obra de Siloé donde muestra sus excepcionales dotes arquitectónicas y maestría escultórica. Compuesta a la manera de arco triunfal romano, la puerta queda flanqueada entre columnas pareadas con hornacinas superpuestas, los arcos se adornan con vivos motivos, y sobre ellos aparecen las figuras de la Fe y la Justicia tendidas, con una cartela clásica renacentista; los fustes estriados se adornan con guirnaldas y el friso con medias figuras humanas acabadas en follaje, talladas con gran expresividad.



Al gran artista local Alonso Cano se le debe la configuración estética y arquitectónica final de su fachada principal, de hacia 1667, entre otras muchas obras realizadas por él para esta catedral, como su famosa Inmaculada y los altos lienzos pintados para su Capilla Mayor con temas marianos. La traza de esta fachada, aprobada poco antes de morir, partía del proyecto inicial de Siloé, siendo reorganizada por Cano, a quien corresponde su estructura de arco triunfal y el efecto retranqueado inspirado en las dobles portadas. A él también se debe su personal concepción no clasicista, con múltiples rasgos originales como son las pilastras cajeadas sin capitel, la utilización del óculo circular y la percepción barroca y claroscurista tan característica que otorga al conjunto de la fachada.


A partir de 1704 Francisco Hurtado Izquierdo se ocupa de la construcción del Sagrario, ya de plena factura barroca, con planta resuelta en tres tramos, el central cubierto con cúpula. Su definitivo aspecto lo resuelve a partir de 1716 el también arquitecto José de Bada, quien modifica y suprime parte de los elementos decorativos del proyecto inicial.

BIBLIOGRAFÍA:
https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Granada
http://www.arteguias.com/catedral/granada.htm
https://granadapedia.wikanda.es/wiki/Catedral_de_Granada

SAN JERÓNIMO PENITENTE Y DEMÁS


SAN JERÓNIMO PENITENTE

la escultura de San Jerónimo tuvo una repercusión muy importante no sólo en Andalucía sino también en Italia. Su iconografía sirvió de modelo e inspiración constante a los artistas españoles. Realizada a tamaño natural, sorprende por su expresiva cabeza y el espléndido estudio del desnudo que revela conocimientos anatómicos. Fue elaborada en barro cocido, técnica muy usada en Italia y que enlaza con la tradición de la escultura sevillana desde el siglo XV.

San Jerónimo penitente fue hecho por encargo del Monasterio de San Jerónimo de Buenavista de Sevilla.

A san Jerónimo se le representa medio arrodillado de la pierna izquierda. Con la mano izquierda empuña una cruz hacia la que dirige su mirada. En la mano derecha porta una piedra con la que martirizarse a golpes en el pecho por sus pecados. Por último, un paño le cubre la parte inferior del cuerpo desde las caderas, dejando ver la pierna derecha.



La fuerza expresiva se concentra en el rostro, realista en su expresión ascética. San Jerónimo se encomienda al Señor y dirige la mirada hacia la cruz, símbolo del sacrificio de Jesús de Nazaret para la redención de los hombres. Torrigiano quiere hacer llegar al espectador que la penitencia es el camino correcto en la superación y ennoblecimiento del espíritu del creyente.

SEPULCRO REYES CATÓLICOS

La Capilla Real de la catedral de Granada fue fundada por los Reyes Católicos en 1504 como panteón de reyes. El deseo de los monarcas fue el de enterrarse allí. Ese mismo año murió la Reina y en 1516 el Rey. Ambos fueron enterrados en el convento de San Francisco de Granada a la espera de que se terminasen las obras. Mientras tanto, en 1514 el Conde de Tendilla encargó a Domenico Fancelli que se ocupase de labrar un sepulcro doble, con los bultos de los dos yacentes. Fancelli trabajó todo el tiempo en Génova y cuando lo tuvo listo lo llevó a España y remató los detalles en Granada, en el año 1517. En 1521 se terminaron las obras de la capilla donde finalmente pudo colocarse el monumento funerario y enterrarse los cuerpos de los monarcas en la cripta inferior


El sepulcro está colocado en el crucero de la capilla y ante el altar. El diseño es como una ampliación del empleado por Fancelli para el sepulcro de infante don Juan, hijo de los Reyes Católicos. Se trata de un cuerpo con las paredes en talud y el plano horizontal lo suficientemente amplio como para cobijar los dos yacentes. Repitió el recurso de esculpir unos grifos en las esquinas, dulcificando así esos cuatro ángulos, detalle que fue muy ensalzado. A su lado incluyó esta vez unos niños en aparente movimiento.

Las paredes están revestidas de medallones y hornacinas con veneras, todo acompañado por una rica decoración de escudos reales, coronas frutales, castillos, ángeles, yugos, etc. En los medallones centrales se ven las escenas del Bautismo y la Resurrección y a ambos lados las figuras de ocho Apóstoles (cuatro en cada lado) que están sentados y metidos en hornacinas aveneradas.

La Reina Isabel dio gran prioridad al proyecto y lo dotó de los fondos necesarios, dejando incluso escrito en su testamento cómo debía acabarse. 

Los monarcas murieron antes de que se acabara y, mientras tanto, sus cuerpos reposaron en el Convento de San Francisco de la Alhambra, hoy Parador Nacional de Turismo. 

El Emperador Carlos V respetó en todo los deseos de sus abuelos y se encargó posteriormente, en 1521, de trasladar sus cuerpos a la capilla recién terminada. 
una cola en la entrada a capilla realDe hecho, Carlos V enterró en la Capilla Real de Granada a casi todos los miembros de la familia real que murieron entonces: sus padres, Felipe el Hermoso y Juana la Loca, su propia esposa Isabel, sus hijos y la princesa María de Portugal, esposa del príncipe Felipe. Convirtiéndola así en el Panteón de la familia real. 

Sin embargo, Felipe II posteriormente se llevó a casi todos a su recién construído Escorial y sólo dejó en Granada a los Reyes Católicos, a la pareja formada por Felipe y Juana, y al Infante Miguel de Paz, nieto de los Reyes Católicos, que descansa aquí junto a sus abuelos y tíos. 

PEDRO MACHUCA

Pedro Machuca (Toledo 1490- Granada 1550) fue un hidalgo toledano, pintor y arquitecto manierista español. Sus primeros estudios fueron en Italia junto, posiblemente, al gran maestro Miguel Ángel. Otras fuentes aseguran que también tuvo contacto con Rafael.


De cualquier forma, la espléndida formación que recibió en la península itálica, le sirvió, una vez de vuelta en Toledo, para fijar un estilo claramente renacentista español: la más importante de sus obras como arquitecto, el Palacio de Carlos V de La Alhambra, se presentó como una obra renacentista puramente italiana.

Los años de su juventud en Italia, en contacto con genios como Miguel Ángel y Rafael, dejaron una indeleble huella en la manera de pintar de machuca
No fue muy prolífico en este aspecto y existen dudas sobre su autoría en algunos cuadros. Pero tenemos suficientes obras suyas como para conocer algunas de las características de su pintura como:
Monumentalidad, tomada de Miguel Ángel: tanto en los cuerpos como en las composiciones. Un buen ejemplo es su cuadro Descendimiento de Cristo. Hay que observar aquí el conocimiento de la anatomía pues Cristo aparece perfectamente musculado al estilo de las obras de Miguel Ángel.

Sfumato: es una técnica inventada por Leonardo da Vinci y que Machuca aprendió de Rafael Sanzio. Consiste en dar varias capas de pintura sobre una misma superficie para conseguir un efecto vaporoso y difuminado. Se aplica en las rostros y especialmente en personas y objetos alejados que, al oscurecerse y desenfocarse, adquieren perspectiva y profundidad.

ALEJO FERNÁNDEZ

Alejo Fernández es un genuino representante de esa generación puente de principios del siglo XVI, que apoya uno de sus estribos en Flandes y el otro en Italia.
Aunque tal vez imprecisa, la influencia flamenca más acusada que se advierte en su estilo parece ser la de Quintin Massys (1466-1530). Massys nace pocos años antes que Alejo pero a la sugestión de sus modelos se deben probablemente los rostros de los personajes de su primera obra sevillana. La obra conocida del pintor flamenco que ofrece mayores analogías con las suyas es el retablo de Santa Ana del Museo de Bruselas, pintado de 1507 a 1509, es decir, cuando se le encargaron las tablas de la catedral de Sevilla.
A su formación centroeuropea hay que añadirle la influencia italiana.


El primer capítulo de la actividad conocida de Alejo Fernández se desarrolla en Córdoba. Vivió en ella más de diez años pero sólo consta que pintase varios retablos en el monasterio de San Jerónimo, de los que nada se conserva. Existen, sin embargo, dos obras seguramente suyas, cuyo estilo permite considerarlas anteriores a su labor sevillana: el Cristo atado a la columna, del Museo de Córdoba, y el tríptico de la Cena, del Pilar de Zaragoza. Nacidas ambas al calor de una misma preocupación estética, la de crear amplios escenarios de bellas perspectivas arquitectónicas, nos descubren una etapa en la evolución artístistica del pintor que parece concluir con su traslado a Sevilla.

martes, 16 de mayo de 2017

PALACIO DE CARLOS V

Carlos V, Rey de España y Emperador electo de Alemania, decide edificar su Palacio Real en la Alhambra, después de la visita que realiza a Granada tras su boda en Sevilla con Isabel de Portugal en 1526. Su implantación, a pesar de su diseño y calidad formal, cambió la imagen del recinto alterando su tejido interior y la conexión con la ciudad. El proyecto original contemplaba una gran plaza porticada al oeste y otra más pequeña al sur modificando de forma importante los accesos. 


 
El Emperador decidió construir el Palacio al estilo "romano", probablemente influido por el propio Gobernador de la Alhambra y Capitán General Luis Hurtado de Mendoza, cuya familia jugó un importante papel en la recepción de la cultura italiana en Castilla, aunque el modelo del palacio pudo ser sugerido por Baldasare Castiglione, amigo de Rafael y de Giulio Romano. 

El proyecto original se debe a Pedro Machuca, formado en el círculo artístico de la Roma de León X, que dirige las obras entre 1533 y 1550, fecha de su muerte, dejando terminadas las fachadas excepto las portadas de poniente y mediodía. Le sucede su hijo Luis que realiza el patio circular, quedando suspendidas las obras durante 15 años por la rebelión de los moriscos de Granada en 1568. 



El Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada es, con respecto a las construcciones de nueva planta, el edificio más significativo de este período. Proyectado como complemento de la residencia privada de la Alhambra para servir de escenario a las ceremonias y actos oficiales de la corte, el palacio se levantó, frente a la ciudad y el exterior, como símbolo del nuevo Estado, confirmando el interés del monarca por ofrecer una nueva imagen del reinado, sirviéndose para ello de una arquitectura clasicista y renovadora, y de un elaborado programa iconográfico. 


Pedro de Machuca, autor de sus trazas, contó desde el primer momento con el apoyo del rey y la protección del marqués de Mondéjar, capitán general de Granada, para la realización de su cometido, en el que fue auxiliado por Juan de Marquina como aparejador de las obras. El primer proyecto elaborado por Machuca, rectificado por el emperador en 1542, da buena cuenta del nuevo sentido espacial previsto para el conjunto nazarí, así como de las dimensiones y significación del programa, en el que se establecieron dos zonas claramente diferenciadas: una dedicada a residencia privada del monarca, centrada principalmente en las habitaciones de Daraxa y en el conjunto del Patio de los Leones de la Alhambra, y otra constituida por el nuevo palacio, dedicado a atender las necesidades funcionales y representativas de la corte. El proyecto se completaba con dos plazas porticadas frente a las fachadas occidental y meridional del palacio, que comunicaban con las dependencias de la tropa y las caballerizas. 

De planta cuadrada, el espacio central lo configura un patio circular donde se ha aplicado rigurosamente el uso de los órdenes -dórico-toscano para el cuerpo bajo, jónico para el superior- en correspondencia con los alzados del muro perimetral, que comunica con las fachadas mediante cuatro zaguanes, uno de ellos de planta elíptica. En los espacios formados en la intersección en planta del círculo y el cuadrado se sitúan las escaleras, a excepción del sector noreste que comunica con la capilla, de planta octogonal. La galería del patio se cubre con una bóveda anular, que nos remite a soluciones similares de la antigüedad y la relaciona, junto con otros términos del conjunto, con determinados diseños de la arquitectura italiana contemporánea.



 Especial mención merece el patio circular que se ha visto como un guiño a los modelos manieristas, al ponerlo en contraposición a la planta cuadrangular. El patio sirve para organizar el espacio interior y la disposición de las habitaciones y al igual que la fachada aparece dividido en dos pisos: el inferior con columnas de orden toscano sostienen un entablamento clasicista de triglifos y metopas decorado con guirnaldas y bucráneos; el piso superior con columnas jónicas sostiene un entablamento liso y corrido. La cubierta en la parte superior es adintelada mientras que el piso inferior se cubre con bóveda anular.

El patio, al igual que todo el conjunto, era un símbolo del poder del monarca. El programa iconográfico sirve de tributo al monarca comparándolo con héroes de la antigüedad como Hércules y ensalzando cada una de sus virtudes.



Los cuatro frentes del palacio se ordenan con dos pisos: en el bajo, almohadillado a la rústica, se emplean pilastras dórico-toscanas; en el alto, se utilizan pilastras de orden jónico. Entre las pilastras de ambos cuerpos se articulan dos series de vanos, rectangulares los bajos y circulares los altos, completando el conjunto una sobria y elegante decoración de guirnaldas, putti y emblemas imperiales que, en el cuerpo superior, se distribuyen en los pedestales, en el remate de las ventanas y en los frontones y guardapolvos, que alternativamente coronan los vanos.  

En 1619 se completa la columnata alta del patio y continúan las obras hasta su abandono en 1637, sin cubrir de aguas el edificio.  El Palacio quedó inconcluso hasta que en 1923 Leopoldo Torres Balbás inicia un programa de recuperación del mismo con destino a museo, que culminará el arquitecto Francisco Prieto Moreno en 1958. 



BIBLIOGRAFÍA:

http://www.artehistoria.com/v2/contextos/4541.htm
http://www.alhambra-patronato.es/index.php/Palacio-de-Carlos-V/141/0/
http://arte.laguia2000.com/arquitectura/palacio-de-carlos-v

jueves, 4 de mayo de 2017

ANDRÉS DE VANDELVIRA

Andrés de Vandelvira nació en Alcaraz, provincia de Albacete (antiguo Reino de Murcia, pero estrechamente relacionado con Castilla) entre 1505 y 1509
Finalmente, Vandelvira morirá en Jaén, supuestamente en torno a 1575.


Fue un varón de gran cultura; conocía los tratados más famosos de la época, y los puso en práctica gracias a los mecenas que encontró, principalmente en la provincia de Jaén, como la misma iglesia, y los nobles relacionados con la familia Molina, como Francisco de los Cobos y Molina, que también había sido protector de su padre. Fue el inventor de la bóveda vaída y de otras ingeniosas soluciones constructivas.

Vandelvira comenzó a trabajar en su tierra entre 1523 y 1529, adquiriendo su formación como cantero. En los documentos aparece a partir de 1529, cuando ya estaba casado y posiblemente poseedor de algún título. Sabemos que trabajó dentro de un equipo a la orden del maestro cantero Francisco de Luna, padre de su esposa.
 Concretamente, Vandelvira trabaja con de Luna el en el Monasterio de Uclés (Cuenca), iniciando una relación con las tierras de Cuenca que durará toda su vida.

 
Su momento de esplendor llega al alcanzar lo 30 años -a partir de 1536- momento en que puede independizarse y recibe un encargo importante junto a Alonso Ruiz: hacerse cargo del proyecto de Siloé de la Iglesia de San Salvador de Úbeda en Jaén


Pero la obra apenas se pudo a iniciar (se conserva el documento del contrato), puesto que Siloé no puede hacerse cargo de supervisarla. Habrá que esperar hasta el año 1540 cuando se reinició ya bajo la dirección única de Vandelvira. Dado que se trataba de una obra de gran relevancia, el arquitecto real Luis de Vega supervisará la obra, reservándose a Siloé la dirección de la catedral de Jaén, por encargo de Carlos V.
Los encargos e intervenciones de Andrés de Vandelvira se suceden. Si a partir de 1540 trabaja en la citada iglesia conocida como la Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda, más tarde comenzó a hacerse cargo de proyectos para iglesias y palacios, convirtiéndose en un arquitecto de gran importancia para la provincia de Jaén, sobretodo en relación con Úbeda y Baeza.



En 1545, el escultor Esteban Jamete trabaja con él en la iglesia de El Salvador. Este artista ultrapirenaico aparece relacionado frecuentemente con las obras de Vandelvira a lo largo de su vida.
En la sexta década del siglo XVI, aparece como maestro mayor de la Catedral de Cuenca, para dirigir determinadas obras de su interior. Además, en los años 1560 -1567 termina el puente sobre el río Huecas.

El proyecto original de Siloé fue una amplia iglesia de una sola nave con capillas laterales, además de ábside circular y dos torres en el transepto. Los nuevos aires renacentistas se fundirían con la tradición gótica, como en las bóvedas o en los contrafuertes exteriores.



Vandelvira se verá obligado a seguir el plan de Siloé, aunque se encarga de concebir las puertas y la parte alta de la fachada occidental, que Siloé no había concretado. También fue autor de la sacristía situada junto a la cabecera, rompiendo la simetría pero engrandeciéndola.
La fachada no concretada por Siloé sirve para que Vandelvira pueda demostrar su ingenio y maestría. A la postre esta notable estructura se resuelve mediante un arco del triunfo con portada de medio punto, las figuras recostadas sobre el arco en las enjutas sujetando la descripción. Columnas pareadas con hornacinas que no suelen alojar en este segundo tercio imágenes, pues se usan mas como juego lumínico.



 
Otra de las grandes obras de Vandelvira es el Hospital de Santiago en Úbeda, fundación de Diego de los Cobos y Molina, obispo de Jaén y Ávila. Se empieza a edificar en 1563, y debía estar acabado cuando muere el arquitecto en 1575. Por sus masas y silueta, por su sobriedad y desnudez, se ha comparado con El Escorial, obra sensiblemente coetánea. Muchas obras ha dejado el gran arquitecto. En la arquitectura civil, el Palacio Vázquez de Molina, hoy Ayuntamiento de Úbeda; el de Vela de los Cobos y acaso el de la marquesa de la Rambla y el del Deán Ortega, todos en Úbeda.
En la arquitectura religiosa, la portada de San Nicolás; el convento de los dominicos de Laguardia (Jaén), con su original iglesia; las iglesias de Huelma y Villacarrillo, donde intervino considerablemente, imponiendo las bóveda vaída como sistema de cubrición y demostrando sus infinitas posibilidades; la reforma de la catedral de Baeza,  la Torre de El Tardón en Alcaraz, su ciudad natal, y otras de atribución dudosa.
A través de sus obras, más que de sus discípulos, dejó honda huella en Andalucía oriental, que todavía se percibe, bien entrado el s. XVII, en algunos edificios que podríamos clasificar como manieristas.



Webgrafia:


 http://www.ubeda.com/Andres_de_Vandelvira/
http://www.arteespana.com/andresdevandelvira.html
 https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9s_de_Vandelvira

martes, 2 de mayo de 2017

CATEDRAL DE SEVILLA

La catedral de Santa María de la Sede de Sevilla es la catedral gótica cristiana con mayor superficie del mundo. La Unesco la declaró en 1987, junto al Real Alcázar y el Archivo de Indias, Patrimonio de la Humanidad y, el 25 de julio de 2010, Bien de Valor Universal Excepcional Desde la conquista de Sevilla en 1248 se usó como catedral la antigua mezquita almohade. En 1403 comenzó a construirse este templo gótico tras el derribo del edificio musulmán y sus obras alcanzarán el siglo XVI cuando se cierra el cimborrio en 1507 (aunque el actual es obra de Gil de Hontañón tras el derrumbe del primero en el año 1511).

La catedral de Sevilla está situada sobre el emplazamiento de la Gran Mezquita erigida en el siglo XII y de la cual conserva su alminar, hoy denominado "Giralda" por la veleta con que fue rematado en el siglo XVI; el patio de las abluciones, y lo que fue Puerta Principal de la Mezquita, hoy denominada "Puerta del Perdón".
La Mezquita fue convertida en Catedral cristiana cuando la Ciudad fue conquistada por Fernando III de Castilla en 1.248, sin que por ello se alterase su estructura arquitectónica.

E
n 1.401 se decide levantar un nuevo templo, existiendo la tradición de que uno de los canónigos, cuando se tomó el acuerdo pronunció la frase: "Hagamos una iglesia tan grande que los que la vieren acabada nos tengan por locos". La frase no resulta exagerada, ya que es el mayor templo gótico del mundo y el tercer templo de la cristiandad tras San Pedro del Vaticano y San Pedro de Londres.
Esto nos da una idea de la imposibilidad de mencionar ni siquiera una pequeña parte de los tesoros artísticos que contiene.
 La catedral de Sevilla está situada sobre el emplazamiento de la Gran Mezquita erigida en el siglo XII y de la cual conserva su alminar, hoy denominado "Giralda" por la veleta con que fue rematado en el siglo XVI; el patio de las abluciones, y lo que fue Puerta Principal de la Mezquita, hoy denominada "Puerta del Perdón".
La Mezquita fue convertida en Catedral cristiana cuando la Ciudad fue conquistada por Fernando III de Castilla en 1.248, sin que por ello se alterase su estructura arquitectónica.



En 1.401 se decide levantar un nuevo templo, existiendo la tradición de que uno de los canónigos, cuando se tomó el acuerdo pronunció la frase: "Hagamos una iglesia tan grande que los que la vieren acabada nos tengan por locos". La frase no resulta exagerada, ya que es el mayor templo gótico del mundo y el tercer templo de la cristiandad tras San Pedro del Vaticano y San Pedro de Londres.
Esto nos da una idea de la imposibilidad de mencionar ni siquiera una pequeña parte de los tesoros artísticos que contiene. 

Las dimensiones del edificio son imponentes ya que se persiguió desde el primer momento la mayor de las monumentalidades: "que se labre otra Eglesia, tal e tan buena, que no haya otra su igual..."

El resultado en de una mole de piedra de 116 metros de longitud y 76 de ancho, con un cimborrio que supera los 40 metros de altura.
Su planta es un rectángulo del que únicamente sobresale la gran capilla real de Carlos V que aunque parece un ábside es una dependencia aparte. Tiene cinco naves más capillas adyacentes y crucero no acusado en planta y girola cuadrada con capillas tras el altar mayor. En lugar de triforio se adoptó la solución de crear un balcón corrido a lo largo de la nave mayor.

Está compuesta por cinco naves, siendo más alta la principal, 36 mts, que las laterales, 26 mts. La altura máxima, 40 mts, la presenta el Crucero. La planta es un rectángulo de 116 mts. de longitud por 76 mts de anchura.


E
n las naves laterales se disponen capillas intercaladas entre los contrafuertes.
La capilla Mayor ocupa sin embargo un tramo de la nave central. Destacan las rejas de hierro y los púlpitos, obras del siglo XVI de Fray Fco. de Salamanca. El Retablo Mayor, considerado como el más grande de la cristiandad, es obra que se realiza en diversas fases a lo largo de casi un siglo, entre 1.482 y 1.564, según las trazas de Pyeter Dancart. Otros que intervinieron fueron: Pedro Millán, los hermanos Jorge Fernández Alemán y Alejo Fernández, Roque Balduque, Juan Bautista Vázquez el viejo y Pedro de Heredia.
Otro tramo de la nave central está ocupada por el Coro, cuya sillería es obra realizada entre los siglos XV y XVI.


La Capilla Real, situada en el muro de la cabecera, es obra de Martín de Gaínza, del siglo XVI que sustituyó al antiguo ábside gótico. En la hornacina principal del retablo, recibe culto la Virgen de los Reyes, imagen gótica de la segunda mitad del siglo XIII y que perteneció a Fernando III. Ante el Altar de la Virgen de los Reyes se dispone una urna de plata dorada y cristal que contiene el cuerpo incorrupto de San Fernando.

La Sala Capitular, obra de Hernán Ruíz, de la segunda mitad del siglo XVI, es uno de los recintos más admirables de la Arquitectura española del Renacimiento. La Sacristía Mayor fue comenzada a construir por Diego de Riaño y continuada por Martín de Gaínza, que la termina en 1.543 y constituye un magnífico ejemplo del plateresco.

En el interior de la Catedral se encuentran los restos de Cristóbal Colón, los cuales fueron traídos de la Catedral de la Habana al independizarse Cuba. Los cuatro heraldos que llevan el féretro a hombros representan cada uno de los reinos de la Corona Española; Castilla, León, Aragón y Navarra.
Una mención especial merece el excepcional conjunto de vidrieras, la mayoría realizadas en el siglo XVI.

 
La vista desde la Giralda da testimonio de la compleja estructura de cubiertas, pináculos y arbotantes que presta equilibrio a tan enorme edificio.

Otro aspecto que no debemos olvidar del exterior es sus magníficas portadas de bellísimas esculturas. 

LA NAVE CENTRAL

La nave central aloja dos edificaciones: el Coro, flanqueado por grandes órganos; y la Capilla Mayor rodeada por altas rejas. Entre ellas se sitúa el crucero, cuyas bóvedas son las más altas del templo y alcanzan en este punto los 37 m de altura. Por detrás del Coro se encuentra el Trascoro y en línea con todo lo anterior la Capilla Real. 

CAPILLA MAYOR

La Capilla Mayor, situada en la nave central, está delimitada en los laterales y en el frontal por rejas de hierro dorado, de estilo renacentista. El retablo de esta capilla constituye una de las obras más destacadas de la historia del arte. Su construcción se inició en el año 1482.

 

TRASALTAR

Los muros del presbiterio están decorados exteriormente por una serie de esculturas de diversos santos en bulto redondo y barro cocido sobre repisas y bajo doseles. El total de esculturas es de 59 las cuales componen un conjunto de indudable belleza, aunque no pueden apreciarse bien por la altura en que se hallan. Son esculturas de carácter gótico, renacentistas y manieristas, resultado de la sucesión de artistas que intervinieron en la ejecución.

 

 

CORO

 Está construido con muros de cantería por tres lados, ocupa el espacio comprendido por la cuarta y quinta bóvedas de la nave central y el frontal se cierra con una reja de estilo renacentista terminada en 1523 por Francisco de Salamanca. La sillería consta de 127 sitiales con los respaldos realizados en marquetería de diversas maderas para dar un colorido especial a su ornamentación.

 

CAPILLA DE LOS ALABASTROS


Se llaman así por el material en el que están construidas. Son cuatro pequeñas capillas situadas en los muros laterales del coro. Fueron realizadas a partir de 1515, intervinieron en su construcción el maestro Juan Gil de Hontañón y desde 1530 el arquitecto Diego de Riaño.

 

 

CAPILLA DE LA INMACULADA 

El 14 de febrero de 1628 Jerónima Zamudio, viuda del jurado Francisco Gutiérrez de Molina le encarga al escultor Martínez Montañés un retablo con una imagen de la Inmaculada Concepción para colocarlo en esta capilla funeraria. Tras algunos retrasos en la ejecución y el consiguiente pleito, Martínez Montañés justificó la tardanza en terminar la obra con la siguiente frase: será de las primeras cosas que haya en España y lo mejor que el susodicho ha hecho.

 

 

CAPILLAS 

ALTAR DE LA MAGDALENA


Los patronos de este altar fueron Pedro García de Villadiego y su esposa Catalina Rodríguez, los cuales encargaron un retablo en 1537, en cuyo banco se encuentran sus retratos, Don Pedro junto a San Benito y Doña Catalina a San Francisco.El retablo tiene como tema principal La Anunciación en el ático y La Magdalena a los pies de Cristo Resucitado en el cuerpo principal.

 

 

ALTAR DE LA ASUNCIÓN

 En el centro del retablo que se encuentra en esta capilla resalta un relieve con la representación de la Asunción de la Virgen, obra de autor desconocido que se encuentra enmarcada por pinturas de San Ildefonso y San Diego de Alcalá. En el banco se encuentran las pinturas de los patrocinadores, el jurado Juan Cristóbal de la Puebla y su esposa que lo dotaron en 1593. 

 

 

CAPILLA DE SAN PEDRO

En el muro izquierdo se encuentra el mausoleo del que fue Obispo de Sevilla hasta 1523 Diego de Deza, recordado entre otras cosas por ser el gran defensor de las teorías de Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos.
El retablo de esta capilla está dedicado a San Pedro, fue encargado por los Marqueses de Malagón en 1625 al polifacético artista Diego López Bueno arquitecto, escultor y entallador que se encargó de la estructura, mientras que las pinturas son obra de Francisco de Zurbarán realizadas en 1630, destacando la central que es una bellísima Inmaculada.




CAPILLA REAL DE LA CATEDRAL DE SEVILLA 

La Capilla Real hace las funciones de cabecera de la catedral. Consta de planta cuadrada con ábside y dos capillas laterales, con una cubierta de cúpula semiesférica y linterna realizada entre 1567 y 1569 por Hernán Ruiz el Joven. En dicha capilla está ubicado el panteón con la urna de plata del rey San Fernando realizada por Juan Laureano de Pina de estilo barroco, así como los sepulcros de Alfonso X de Castilla y de su madre, la reina Beatriz de Suabia. En la cripta de la Capilla Real están sepultados el rey Pedro I de Castilla y su esposa, la reina María de Padilla, entre otros miembros de la realeza. 


 CAPILLA DE LA CONCEPCIÓN GRANDE

Esta capilla sirvió primitivamente como lugar de enterramiento a los caballeros que acompañaron a San Fernando en la conquista de Sevilla, a partir de 1654 su patronato perteneció a Gonzalo Núñez de Sepúlveda, caballero veinticuatro de Sevilla a quien le fue concedido el derecho a ser enterrado en este lugar tras una importante donación que realizó con motivo de la octava de la Inmaculada Concepción. Actualmente sus restos se encuentran en el muro de la izquierda tras una losa sepulcral con el escudo de armas de los Sepúlveda según diseño del pintor Juan de Valdés Leal. En la reja de la capilla, terminada en 1668, también se puede contemplar el mismo escudo. 

 

 CAPILLA DEL MARISCAL

Esta capilla debe su nombre a su patrono, Diego Caballero,rico mercader y armador, mariscal de la Isla de la Española desde 1536, el cual entregó al Cabildo de la catedral de Sevilla en 1553, la importante suma de 26.000 maravedíes para fundar una capellanía y construir el retablo pictórico que persiste en la actualidad,sin duda una joya del arte renacentista.
El retablo es obra del pintor Pedro de Campaña, que contó con la colaboración del entallador Pedro de Becerril para la imaginería y arquitectura, y del pintor Antonio de Arfián para la policromía de la estructura arquitectónica, el trabajo se comenzó en 1555, y se prolongó a lo largo de 8 meses. Consta en total de 10 tablas.

CAPILLA DE LA VIRGEN DE LA ANTIGUA

Según la leyenda, antes de la conquista de Sevilla por los cristianos, un ángel condujo al Rey San Fernando al interior de la mezquita principal de la ciudad, donde detrás de un muro que se hizo transparente, pudo ver la imagen de la Virgen de la Antigua que permanecía allí oculta desde hacia siglos. Pocos días después se rindieron las fuerzas musulmanas y San Fernando entró triunfante en la ciudad el 22 de diciembre de 1248.
La capilla actual está presidida por un retablo en cuyo centro hay una imagen pintada al fresco de la Virgen de la Antigua, realizada según los historiadores en el siglo XV, sobre un muro de la antigua mezquita que ocupaba el espacio de la actual catedral.   



ALTAR DEL NACIMIENTO


En el retablo se encuentran varias obras del pintor de la escuela sevillana Luis de Vargas que se realizaron a partir de 1555. La escena central corresponde a La Adoración de los Pastores, uno de sus mejores trabajos de clara influencia italiana. Esta representación sirvió de base para elaborar una vidriera por la casa Maumejean que está situada en la Capilla de San José de esta catedral. El resto de las pinturas corresponden a La Anunciación, La Presentación, San Juan, San Lucas, San Mateo, San Marcos y La Adoración de las Reyes.



ALTAR DE LA VISITACIÓN
 
En 1566 el pintor Pedro de Villegas recibió el encargo de realizar el retablo de esta capilla que fue costeado por el capellán de la catedral Diego de Bolaños el cual aparece representado en el banco del mismo junto a sus familiares.
El espacio central está dedicado a una pintura de La Visitación, es decir representa la visita de la Virgen María embarazada de Jesús a su prima Santa Isabel que estaba a su vez embarazada de San Juan Bautista.




CAPILLA DE SAN ANTONIO

Es la Capilla Bautismal de la catedral, en el centro se sitúa una magnífica pila bautismal renacentista del siglo XVI realizada en mármol blanco. Al fondo enmarcado por una moldura tallada de Bernardo Simón de Pineda, se encuentra el cuadro La Visión de San Antonio. Esta obra de grandes proporciones data de 1656 y es una de las creaciones cumbre de Murillo. En la parte inferior del cuadro, San Antonio en medio de la penumbra con los brazos extendidos dirige su mirada a la parte superior del lienzo donde se representa al Niño Jesús en el centro de una intensa luz y rodeado por nubes y numerosos ángeles.



CAPILLA DE SANTIAGO

Lo primero que llama la atención de esta capilla es un cuadro de grandes dimensiones pintado por Juan de Roelas en 1609 en el que se representa a Santiago combatiendo contra los musulmanes en la Batalla de Clavijo, donde según la tradición su apoyo fue fundamental para que las tropas cristianas lograran la victoria. El lienzo se encuentra enmarcado en un retablo realizado por Bernardo Simón de Pineda en 1663. En la parte superior del mismo se sitúa una pintura dedicada al martirio de San Bartolomé, obra de Juan de Valdés Leal fechada en 1663. 

  

https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Santa_Mar%C3%ADa_de_la_Sede_de_Sevilla

http://hispalis.net/turismo_y_cultura/monumentos/catedral/

http://www.arteguias.com/catedral/sevilla.htm

http://www.andalucia.org/es/turismo-cultural/visitas/sevilla/monumentos/catedral-de-sevilla/