La Plaza de España es el resultado final de varios proyectos que se sucedieron durante la gestación de la Exposición Iberoamericana. En 1911, el arquitecto Aníbal González, que fue nombrado arquitecto director de la muestra, presentó su anteproyecto para la Exposición, en el que aparecían ya los terrenos sobre los que se ubicaría la futura plaza, aunque no con su diseño actual. Tras varios proyectos intermedios que incluían un gran estadio deportivo, el 14 de julio de 1914, se presentó el primero en el que aparece identificada la Plaza de España. Para ocupar el vacío dejado por el estadio previsto se preveía un espacio semicircular abierto al parque de María Luisa en el que se debían construir en la parte externa los pabellones de Industria y Agricultura y el palacio de Actos y Fiestas, un paseo, después una ría, cubierta por ocho puentes y en el centro una gran espacio abierto para celebrar solemnidades o fiestas, a cuyos pies se situaría una fuente de carácter monumental
En 1926, dimite Aníbal González de sus cargos en la Exposición, que deja el proyecto cerrado en todos sus elementos fundamentales y toma el relevo en la dirección de la obra Vicente Traver En agosto de ese mismo año se decide que la Exposición comenzará en abril de 1929.
1927 fue el año del impulso final, las obras, que en apariencia parecían terminadas, requerían aún multitud de trabajos por realizar y se aprobaron los proyectos de cerrajería, carpintería, acondicionamiento de espacios, revestimientos, trabajos en los exteriores y la mayor parte de las instalaciones.
Durante 1928, la actividad continuó de modo semejante al del año anterior y ya se podían apreciar varios edificios prácticamente terminados. En febrero, se informaba al Comisario Regio que en el Edificio Central todos los trabajos estaban concluidos a excepción de dos salones de la planta de Honor y sus correspondientes en la planta de basamento. En mayo, ya se había acabado el trabajo de pintura de ese edificio, lo que era señal de que estaba prácticamente terminado y permitió que ese mismo mes, que la Dirección de las Obras hiciese su entrega oficial al Comité de la Exposición. Mientras tanto los trabajos de decoración de las Puertas de Navarra y de Aragón seguían su marcha, aunque, con evidente retraso.
El 9 de mayo de 1929 se realizó en la Plaza de España la ceremonia de inauguración de la Exposición con la presencia de las máximas autoridades del país. Las obras habían finalizado, aunque todavía hubieron de realizarse algunos trabajos menores como sustituciones de bancos y farolas. El presupuesto previsto, en 1914, ascendió a 628.500,70 pesetas, que en 1929, alcanzó 15.310.365 pesetas, a las que tras añadir otros gastos de última hora, rebasó los 17 millones de pesetas.
Durante la ejecución algunos aspectos del proyecto suscitaron algún rechazo.
La plaza es de grandes dimensiones (170 metros de diámetro), tiene una forma semi-elíptica, que simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios americanos, y mira hacia el río Guadalquivir, como camino a seguir hacia América.
Su superficie total es de 50 000 m² cuadrados aproximadamente, de los que 19 000 están edificados y los 31 000 restantes son espacio libre, está bordeada por un canal que recorre 515 m y es atravesado por cuatro puentes. Los edificios que envuelven la plaza se estructuran en un edificio central, alas con edificaciones intermedias que compensan una excesiva longitud y torres en los extremos. Esta planta responde de forma muy cercana al esquema formal del tipo de villa palladiana con alas curvas, como la Villa Badoer de Fratta Polesine o Villa Trissino en Meledo, mostradas por el arquitecto italiano Andrea Palladio en sus Cuatro libros de la arquitectura, que Aníbal González conocía.
La construcción está realizada con ladrillo visto y cuenta con una amplia decoración de cerámica. Los techos de la galería de la plaza cuentan artesonados y esta se sostiene con columnas de mármol. Los respaldos de los bancos y algunas farolas están realizadas en hierro forjado.
Los medallones con caras de españoles ilustres, las columnas marmóreas y los artesonados dan al conjunto un ambiente renacentista. Según los escritos de Aníbal González su inspiración para diseñar la plaza había sido el Renacimiento español, modernizándolo.
Las dos torres que flanquean la plaza, que proporcionan un ambiente de estilo barroco, miden 74 metros de altura, y crearon disgusto entre los académicos por rivalizar en altura con la Giralda
En las paredes de la plaza se encuentra una serie de 48 bancos que representan a cuarenta y seis provincias españolas peninsulares (todas excepto Sevilla) y los dos archipiélagos (Canarias y Baleares), con su escudo, un mapa y un paño de azulejo pisano con hechos históricos destacados de la provincia o archipiélago representado, colocados en orden alfabético. Estos bancos se encuentran en cuatro tramos, y al principio y final de cada uno de ellos, se encuentra un paño de azulejo pisano relativo a la provincia de Sevilla. Los bancos tienen, también, a los lados, dos pequeñas torres con anaqueles que han sido usados en alguna ocasión para colocar libros.
Su parecido a un inmenso decorado teatral construido de ladrillo y azulejos le ha valido ser elegida en numerosas ocasiones como localización de rodaje para películas internacionales como Lawrence de Arabia o Star Wars Episodio II: El Ataque de los Clones, donde se convertía en la fantástica ciudad de Theed, capital de Naboo. Por ella pasearon su romance Amidala y el joven Anakin Skywalker.
Cuando la Plaza de España fue construida, se planeó que tras la Exposición Iberoamericana, el edificio albergase la Universidad Laboral de Sevilla. No obstante, al final se repartió entre diversos organismos oficiales como la Delegación de Gobierno en Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
La distribución alfabética de las ciudades no se respeta en en la provincia de Navarra por un motivo: cuando acabó la Exposición Iberoamericana de 1929 se quitó el azulejo La muerte de García IV de Navarra por ser demasiado violento. Los ceramistas lo suplantaron creando Reparto del reino de Navarra, en la que se ve al rey rodeado con sus hijos. Esta obra cambió el encabezado de Navarra por el de Pamplona, arruinando así el orden alfabético.
Sobre los 48 bancos de la Plaza de España hay 48 bustos que representan a ilustres personajes de la historia española como Quevedo o Velázquez.
Cuando el monarca Alfonso XII contempló la obra maestra de Aníbal González concluida, dijo “Señores, yo sabía que esto era bonito… Pero no tanto”.
WEBGRAFÍA:
http://www.3viajes.com/plaza-de-espana-en-sevilla-escenario-de-pelicula/
http://sevillasecreta.co/2016/02/plaza-de-espana/
https://es.wikipedia.org/wiki/Plaza_de_Espa%C3%B1a_%28Sevilla%29